La ciudad del talento

la ciudad del talentoHasta dieciséis investigadores de universidades y centros de investigación catalanes aparecen en la última lista de científicos más citados en todo el mundo elaborada por Thomson Reuters y hecho público el 2014. Trece de estos centros –como el Instituto de Ciencias Fotónicas (Icrea) y la Universitat Pompeu Fabra y la UAB– tienen la sede en Barcelona.

Es evidente que la capital catalana tiene un gran potencial para convertirse en un laboratorio tecnológico en que el talento y la investigación se transformen en un conocimiento tangible que pueda tener un reflejo práctico en el día a día del ciudadano y sea un incentivo para crear o consolidar empresas centradas en su aplicación.

El conocimiento y la cultura ya forman parte de la idiosincrasia de Barcelona y se tienen que consolidar como alternativa al peligro del monocultivo turístico. Es vital aprovechar la capitalidad del móvil para promover e incentivar a las empresas tecnológicas y todas las que usan la tecnología y que tienen gran capacidad de internacionalización o de atracción de talento. También hay que incentivar la creación de compañías sostenibles con salida internacional y con capacidad de atraer aptitud, genio e inversiones externas que faciliten al máximo la tarea de los emprendedores.

Es imprescindible impulsar la creación de hubs, de zonas de atracción, de pequeñas empresas o negocios relacionados con estos ámbitos y apoyarlos como apuesta de crecimiento con un gran valor añadido.

Esta línea de actuación puede extenderse a otros sectores como el del turismo, en el cual hacen falta más escuelas de formación para lograr la excelencia en la oferta y la innovación.

El Student Tourism Congress, celebrado este año por primera vez en Barcelona y destinado a los estudiantes de turismo, evidencia la necesidad de poner el foco en las bases del sector. Estas bases tienen que construir una nueva manera de hacer turismo y explorar la creación de empresas especializadas, sobre todo en el campo tecnológico, que permitan que el servicio turístico pueda ser una industria que va más allá del simple recibimiento de visitantes.