Cambiar de vivienda o viviendas y realizar mudanzas en Barcelona puede llegar a ser un reto que se afronta con grandes expectativas y positivismo. Supone una nueva experiencia, una nueva ilusión, un cambio de aires. Sin embargo, el proceso constituye un gran calvario pues debemos guardar objetos y muebles y trasladarlos y supone un gran esfuerzo que requiere tiempo, organización, paciencia y dedicación.
Una mudanza es una gestión que exige cierta planificación, debemos saber qué trasladar y cómo trasladarlo y eso no es una tarea que hagamos habitualmente. A día de hoy contamos con un sinfín de empresas de mudanzas que se dedican a hacer el trabajo sucio, agilizando y facilitando el proceso. Si residimos en la ciudad condal y requerimos los servicios de una empresa podemos buscar en Internet mudanzas Barcelona y encontraremos decenas de compañías que ofrecen estos servicios.
Para hacer una mudanza en primer lugar debemos organizarnos. Es importante clasificar nuestras pertenencias y ser conscientes que hay cosas que tendremos que dejar atrás. Lo que no nos vayamos a llevar a nuestro nuevo hogar podemos regalarlo, venderlo o donarlo a la beneficencia.
En segundo lugar debemos etiquetar, empaquetar y separar los objetos y bienes. Es importante hacer una clasificación para cuando tengamos que colocarlas en el nuevo hogar sepamos dónde están los enseres. Es imprescindible disponer de embalaje especial para objetos delicados como por ejemplo vajillas para evitar posibles fracturas.
Cuando tengamos todo empaquetado y listo para trasladarlo a nuestra nueva vivienda es determinar cual será la empresa que se dedique a realizar la mudanza. Es recomendable contratar los servicios de una compañía que esté en las cercanías de nuestra vivienda, pues en muchos casos el gasto de gasolina entra en la factura.
Delegar el traslado a una empresa especializada requiere cierto gasto pero supone una gran recompensa.
Si intentásemos hacer un traslado por nuestra propia cuenta deberíamos contratar un vehículo especializado (una furgoneta o camión) para trasladar los muebles más grandes y pesados y, en ocasiones, hacer varios viajes. Esta opción supone también un gasto de dinero además de un desgaste físico por lo que es más recomendable encomendar la labor de traslado a profesionales.
Elegir una empresa es difícil, pues se trata de un mercado bastante competitivo y en ocasiones nos dejamos llevar por grandes ofertas que nos ocultan la letra pequeña y luego nos llegamos sorpresas. Es recomendable comparar precios y servicios y es imprescindible solicitar un presupuesto para tener claro qué nos ofrecen y por cuánto.
Las empresas de mudanzas generalmente ser rigen por tres criterios clave para definir su presupuesto: el tamaño del inmueble, el volumen y la cantidad del mobiliario y los utensilios así como la distancia entre el antiguo y el nuevo hogar. Además si se trata de una vivienda sin ascensor que requiera una grúa se debe pagar un extra.
Por otra parte, es recomendable conocer las posibles garantías que nos ofrece la empresa ante una incidencia. Una empresa de mudanzas legal ofrece este tipo de seguros para la tranquilidad y la confianza de los usuarios. En el mercado encontramos empresas pirata que ofrecen estos servicios sin ningún tipo de garantía ni seguridad con lo que si hubiera algún tipo de inconveniente no tendríamos forma de hacer una reclamación.
Una mudanza genera mucho estrés y requiere organización y planificación. Debemos contrastar la calidad y la profesionalidad de una empresa de mudanzas para garantizar que nuestros bienes y enseres lleguen sanos y salvos a nuestro nuevo hogar.