Financiar una promotora inmobiliaria hoy en día tiene más posibilidades que hace unos años, ya que existen distintas opciones para ello, por lo que no solo se puede acceder a los métodos tradicionales que ya se conocían, hay alternativas para que sus proyectos inmobiliarios se hagan realidad.
Tipos de financiaciones que existen para una promotora inmobiliaria
La financiación alternativa para promotores son las más solicitadas actualmente, gracias a que estas son más flexibles que las tradicionales, algo que parece tener mucho sentido ante la reducida oferta tradicional para los préstamos financieros.
Ante la restricción de la banca para los préstamos al promotor, así como lo difíciles que son las concesiones actualmente, existe una falta de liquidez que haga posible la construcción de las viviendas necesarias para atender la demanda que hay.
Frente a un escenario como el descrito, toma más fuerza el que las promotoras inmobiliarias opten por la financiación alternativa, sobre todo por aquellas que utilizan las plataformas digitales, las cuales tienen un enorme potencial de crecimiento, así que es oportuna conocerlas para tenerlas en cuenta para el desarrollo de un proyecto inmobiliario.
1. Crowdfunding como financiación alternativa
Existen distintas maneras de invertir en un proyecto inmobiliario, varias de estas están basadas en el concepto del crowdfunding, por lo que ya nos encontramos con varias plataformas inmobiliarias que ofrecen la posibilidad de colocar cantidades pequeñas de dinero en un inmueble, a cambio de una renta que genere el mismo al finalizarlo o por la plusvalía que generen sus ventas.
También hay otras versiones del crowdfunding que se vinculan más con las actividades empresariales, donde prestamistas, particulares e instituciones aportan dinero al proyecto a cambio de un interés fijo que es establecido por la plataforma utilizada, después que el solicitante rellene un formulario para crear su perfil crediticio.
Mientras el riesgo del proyecto sea mayor, el rendimiento será mayor, por lo que es necesario que la empresa solicitante tenga un histórico favorable para acceder a este tipo de financiación.
En cualquiera de las versiones del crowdfunding el importe de estos créditos no es muy elevado, por lo que son una buena opción para una promotora inmobiliaria.
2. Direct lending
Otra opción de financiación alternativa para una promotora inmobiliaria, es acceder a la herramienta conocida como direct lending, donde las empresas reciben el dinero para sus proyectos inmobiliarios, pero no de las entidades financieras tradicionales, lo hacen de inversores privados que aportan liquidez a los negocios, tales como los fondos de inversión.
Al realizar este tipo de financiación alternativa, los inversores privados lo hacen con la intención de obtener rentabilidad del proyecto en cuestión, que puede ser mediante un tipo de interés en torno al 8% frecuentemente; además de un componente variable que va ligado a variables macroeconómicas, acceso preferencial a acciones o participaciones en las empresas a las que les aportan liquidez.
Esta alternativa de financiación suele ofrecer mayor flexibilidad en cuanto a los plazos de amortización, así como a la agilidad en la concesión, por lo que cada vez son más las promotoras inmobiliarias que optan por esto.
3. Socimis
En este recorrido de financiación alternativa también tenemos que mencionar el modelo exitoso de las Socimi, las cuales llegaron para dinamizar el mercado del alquiler de inmuebles, y que ha tenido una buena aceptación en España, por lo que ahora son una de las mejores financiaciones alternativas para la inversión inmobiliaria.
Las Socimis son sociedades con carácter mercantil que cuentan con un capital social de al menos 5 millones de euros, cuyas acciones deben cotizar en la bolsa de valores, un mercado regulado, además de otras características que la diferencian totalmente de las otras empresas cotizadas.
Este tipo de financiación alternativa para una promotora inmobiliaria, solo puede utilizarse en la inversión de inmuebles de naturaleza urbana, sean edificios, viviendas, oficinas, locales comerciales, etc., que después puedan ser arrendados y de ahí obtener ingresos. Al menos el 80% de la cartera de inmueble de la Socimi debe destinarse a tal fin.
4. Capital privado
También está la opción del capital privado como financiación alternativa para una promotora inmobiliaria, que se centra en las empresas de un tamaño determinado, pero que no cuentan con la profesionalización necesaria, lo que les permite tener participación en el control de estas, para así intervenir en la toma de decisiones ejecutivas por un tiempo que suele ser de cinco años en promedio.
5. Business angel o Inversor angelical
Al igual que el caso anterior, en las fases iniciales del proyecto inmobiliario se ofrecen los recursos necesarios a las empresas que lo desarrollan, además de los conocimientos, contactos y experiencia de quien otorga la financiación, lo que implica un grado superior de compromiso en el proyecto.
Se trata de un inversor privado que busca guiar a las empresas que no cuentan con la experiencia necesaria en el mercado, pero que él si posee, por lo que podría resultar un negocio rentable para ambas partes.
6. Venture capital
Este tipo de financiación alternativa está dirigida a aquellos proyectos más avanzados y que tengan una máxima rentabilidad, además de conseguirle a quien lo otorgue un lugar dentro del consejo de administración de la promotora inmobiliaria que será beneficiada con su dinero.
Todos estos tipos de financiación alternativa están teniendo una mayor solicitud que los créditos al promotor, debido a lo laxos que son respecto al mercado bancario, y es por eso que quienes quieran beneficiarse de eso, deben pagar un precio por ello, por lo que encuentran que los préstamos son más caros.